23 de julio de 2024

La fruticultura brasileña cuenta con el apoyo de la Asociación Brasileña de Productores Exportadores de Frutas y Derivados (Abrafrutas) para alcanzar niveles de excelencia en la producción y exportación para los demás países. En ese escenario, en el cual las certificadoras internacionales y los consumidores están cada vez más exigentes, es imprescindible que la producción brasileña de frutas esté alineada a las tecnologías que tornan más sostenible a toda la cadena de producción.

Para entender mejor ese escenario, conversamos con Zacarias Ribeiro Filho, Consultor ESG de Abrafrutas. Zacarias es Ingeniero Agrónomo, con Maestría en Dinámica del Desarrollo del Semiárido, con MBA en ESG.

Según Zacarias, la actual demanda de los mercados internacionales enfoca la calidad y la seguridad alimentaria. “Tenemos una generación de consumidores con mucha exigencia, pues ellos desean entender los cuidados prodigados a la fruta, desde la cabaña hasta el plato”, cuenta. En virtud de ello, las tecnologías sostenibles permiten llevar información precisa a esos consumidores, que pueden tener acceso al rastreo de cómo la fruta fue producida, incluyendo cuidados desde la producción hasta el embalaje. “Esas tecnologías ejercen influencia en la seguridad alimentaria, una cuestión que hace impacto en lo que es exigido por el mercado”, afirma. 

 

Conozca las 3 tecnologías sostenibles más utilizadas en la fruticultura brasileña:

 

Bioinsumos

 

De acuerdo con Zacarias, la fruticultura brasileña es líder mundial en la utilización de bioinsumos, tanto para biofertilizantes cuanto para bioinsecticidas. Los bioinsumos son productos de origen biológico utilizados en la agricultura para promover el crecimiento de las plantas, mejorar la salud del suelo y aumentar la resistencia de los cultivos a enfermedades, plagas y estreses ambientales. Se trata de compuestos a base de microorganismos benéficos, extractos vegetales, ácidos húmicos, entre otros compuestos naturales.

 

Los bioinsumos difieren de los fertilizantes químicos tradicionales porque se basan en procesos biológicos y generalmente son más sostenibles ​​y ambientalmente amigables. Pueden incluir productos como biofertilizantes — que ofrecen nutrientes a las plantas—, bioinseticidas — que controlan plagas y enfermedades de forma natural — y otros estimulantes de crecimiento y protección de plantas.

 

El uso de bioinsumos está creciendo debido a la necesidad de reducir el impacto ambiental asociado al uso de productos químicos sintéticos en la agricultura.

 

Sistema de irrigación por goteo

 

El sistema de irrigación por goteo es una técnica eficiente y precisa de suministro de agua a las plantas, que consiste en aplicar directamente el agua en la raíz de las plantas de forma controlada y en pequeñas cantidades, a través de tubos perforados — también llamados “riego por goteo” — colocados próximos a las plantas o directamente en el suelo.

 

Este tipo de irrigación demuestra el cuidado con la gestión de recursos hídricos en la fruticultura brasileña. “La tecnología de goteo es eficiente e intensiva en la economía de agua, contribuyendo directamente para el uso sostenible de recursos hídricos”, afirma Zacarias. 

Agricultura de Precisión

 

La Agricultura de Precisión consiste en un abordaje moderno y tecnológico para el manejo agrícola, que utiliza informaciones detalladas sobre las condiciones del suelo, clima y otras variables para optimizar el uso de insumos agrícolas, como el agua, los fertilizantes y pesticidas. El objetivo principal es aumentar la eficiencia productiva, reducir costos y minimizar el impacto ambiental. 

 

Este abordaje incluye tecnología de rastreo y monitoreo, que registra todo el proceso productivo, además de máquinas y equipamientos agrícolas de alta precisión. Así, la tecnología avanzada y el análisis detallado de los datos permite que los agricultores tomen decisiones más estratégicas, aumentando la productividad y la sostenibilidad a largo plazo.

La Agricultura de Precisión, por lo tanto, representa una evolución en el manejo agrícola, integrando tecnología avanzada para mejorar la eficiencia operacional, reducir desperdicios y promover prácticas sostenibles en el sector agrícola global.