El poder de las frutas brasileñas en la creación de productos innovadores para el mundo
Brasil es un país que habla la lengua de la naturaleza — y pocas expresiones de esa identidad son tan ricas cuanto las frutas. De norte a sur, el país ofrece una diversidad tropical que impresiona por el sabor, por el color y por la versatilidad. Pero el verdadero impacto de las frutas brasileñas va más allá de la feria libre o de la ensalada de frutas: ellas han sido la materia prima para la creación de productos sofisticados, innovadores y sustentables, que hoy en día ocupan las góndolas o estantes alrededor del mundo.
Mientras que el volumen de exportación llama la atención — como en los casos del mango, melón y aguacate -, o que tal vez pase aún desapercibido – es cuánto las frutas brasileñas han servido de base para productos que van del sector alimenticio al cosmético, de la industria de bebidas a la farmacéutica.
El azaí (euterpe oleracea) es un ejemplo emblemático. Tradicionalmente consumido por las comunidades de la Amazonia, ganó el mundo como un “superalimento”. Hoy en día está presente en smoothies, helados, cápsulas de suplemento alimenticio, cremas hidratantes e incluso energéticos. En los Estados Unidos y Europa, el mercado de productos a base de azaí ya mueve miles de millones de dólares por año — y gran parte de esa cadena comienza em manos de los brasileños.
La misma lógica se aplica al copoazú (Theobroma grandiflorum), cuyo uso va mucho más allá del bombón. Sus semillas se utilizan para producir una manteca vegetal alternativa al cacao, aplicada em chocolates, cosméticos e hidratantes, con un llamado vegano y sustentable.
Un estudio de la Grand View Research apunta que el mercado global de alimentos y bebidas funcionales debe alcanzar los 500.000 millones de dólares hasta 2028, e ingredientes naturales, especialmente las frutas tropicales, están entre los más buscados.
Brasil posee un claro diferencial: oferta abundante, diversidad y estacionalidad favorable.