¿Quién ha oído hablar alguna vez de la papaya o del papayo? Entonces, Carica papaya L. es una especie de árbol frutal tropical que produce los frutos conocidos en todo el mundo.  La especie es originaria de las regiones tropicales de las Américas, probablemente del sur de México y de las regiones adyacentes de América Central. También, se rumorea que la fruta se cultivó, por primera vez, en el sur de México varios siglos antes de la aparición de las civilizaciones clásicas mesoamericanas.

En 2020, Brasil produjo 1,25 millones de toneladas de papaya en unas 27 mil hectáreas, lo que le convierte en el segundo productor más grande del mundo. Los estados que más producen son: Espírito Santo con 400 mil toneladas, y Bahía, con 390 mil toneladas, y también Ceará con 118 mil toneladas. 

El país exportó 43.708 mil toneladas, en 2020, principalmente para la Unión Europea y Estados Unidos de América, con unos ingresos de 42.635 millones de dólares. Las exportaciones representan solo el 3,5% del total producido, pero con gran potencial de aumento, ya que la demanda de la fruta crece en los principales centros de consumo del mundo. La logística más utilizada para el envío de las frutas a los mercados de destino es el transporte aéreo debido a la sensibilidad de las frutas, que son extremadamente blandas y no pueden soportar el impacto mecánico.

El sistema de producción de las frutas exportadas sigue los más estrictos controles, siguiendo las mejores prácticas agrícolas, y con especial atención para garantizar una fruta sabrosa, segura para el consumo y producida con sostenibilidad social y medioambiental. 

La papaya es cultivada básicamente por pequeños y medianos productores rurales y emplea a miles de trabajadores debido al bajo nivel de mecanización en el proceso de producción debido, principalmente, a las características sensibles de la fruta. 

Las principales variedades que se cultivan en Brasil son la Hawaii (frutos más pequeños para consumo individual) y la Formosa (frutos más grandes).

Hawaii

Formosa

Papaya #salud

Los nutricionistas recomiendan el consumo de papaya porque es un alimento rico en licopeno (media de 3,39 mg en 100 g), vitamina C y minerales importantes para el organismo. Cuanto más madura esté la fruta, mayor será la concentración de esos nutrientes.

Una porción de 100 g de esta fruta contiene 43 calorías y una cantidad significativa de vitamina C (el 75% de la Cantidad Diaria Recomendada, CDR) y una cantidad moderada de folato (el 10% de la CDR), así como una variedad de otros nutrientes que contribuyen a la salud de los consumidores.

La papaya es la principal fuente de la enzima papaína, una sustancia que tiene muchas cualidades funcionales y beneficiosas para el ser humano. La función principal de la papaína, sin duda, es acelerar el proceso de digestión, siendo indicada para quienes tienen problemas gastrointestinales o un metabolismo lento. Sin embargo, esta enzima también actúa como coagulante, asegurando una buena circulación de la sangre y evitando la formación de coágulos en las venas y arterias. La papaína también tiene propiedades antioxidantes y cicatrizantes.

Un buen consejo es adquirir el hábito de comer papaya todos los días en el desayuno, ya que es una forma estupenda de garantizar una ingesta adecuada de papaína. Además de consumirlas in natura, la papaya va muy bien con ensaladas, zumos y mousses. 

Busque una experiencia gastronómica innovadora, sabrosa y saludable comiendo papaya de Brasil.

Papaya #bienestar

El poder medicinal de la papaya es gigantesco y varias partes del árbol de la papaya se utilizan por sus respectivas propiedades terapéuticas.

El látex de la papaya, recogido principalmente en los frutos verdes, tiene una enzima llamada proteolítica que se utiliza para reducir dolores causados por inflamaciones, dolores de las lesiones deportivas, dolores en el cuello, la osteoartritis y la neuralgia causada por el Herpes zoster. 

En la industria farmacéutica, las enzimas denominadas tripsina y quimotripsina se asocian a un vendaje (cinta adhesiva + gasa) como acelerador de la cicatrización, muy utilizado en los tratamientos de las úlceras de decúbito (o escaras de decúbito).

La papaína de la papaya forma parte de varios preparados farmacéuticos. Se utiliza en cirugía ortopédica para disolver el núcleo del disco intervertebral en el caso de las hernias discales.

La papaína también se utiliza en la industria cervecera para evitar que el color cambie a bajas temperaturas. También se utiliza para suavizar la seda y la lana. En la cocina se utiliza como ablandador de carnes.

Hay estudios que indican que un alcaloide presente en la papaya llamado «carapina» puede utilizarse como depresor cardíaco (antiarrítmico), amebicida (asesino de amebas) y diurético.

Consumir papaya brasileña es prevenir contra diversas enfermedades y mantener la calidad de vida.