Uva
El aceite de semilla de uva sirve como un humectante natural para el cuerpo. Con propiedades humectantes y emolientes, retiene el agua en la piel, manteniéndola siempre sana e hidratada.
Para ello, puede mezclarse con cremas, jabones y cosméticos o utilizarse puro. Por su alta concentración de tocoferol, sigue actuando en la prevención de estrías y celulitis. Este compuesto ayuda en la elasticidad de los tejidos, restaurando el colágeno y mejorando la circulación periférica.
Esta propiedad de restauración de colágeno también es muy eficaz para prevenir las arrugas cuando se usa en la piel. El aceite de semilla de uva también se usa ampliamente para la piel propensa al acné, así como para minimizar las cicatrices de las espinillas y no obstruir los poros.
¡El aceite también tiene beneficios para el cabello! Es genial para hidratar las puntas secas, evitando la caída del cabello y evitando que se vuelva quebradizo. También destaca por su capacidad para ayudar en el crecimiento del cabello.
En cuanto al uso terapéutico capilar, el aceite de pepita de uva es muy eficaz en el tratamiento de la dermatitis seborreica (caspa), ayudando a eliminar las “escamas” del cuero cabelludo y manteniéndolo hidratado. Puedes mezclar el aceite con tu champú o simplemente masajear tu cuero cabelludo con el aceite puro.