25 de febrero de 2025

En Brasil, uno de los mayores productores de frutas del mundo, la agricultura regenerativa surge como una solución que aúna productividad, conservación ambiental e innovación. Este modelo de cultivo tiene el potencial de transformar la forma como producimos y consumimos frutas, garantizando no solamente la seguridad alimentaria, sino también la preservación de los recursos naturales para las futuras generaciones.

Brasil es protagonista en prácticas sustentables em la agricultura, y la agricultura regenerativa refuerza aún más ese papel. Este abordaje promueve la recuperación de los ecosistemas naturales, aumentando la fertilidad de la tierra, la biodiversidad y la capacidad de secuestro de carbono. Entre las prácticas adoptadas están la rotación de culturas, que mejora la calidad del suelo al alternar diferentes tipos de frutas, y el compostaje, que reaprovecha residuos orgánicos para enriquecer la tierra con nutrientes esenciales.

Jorge de Souza, gerente técnico de Abrafrutas, habló un poco sobre los procesos brasileños en el campo. 

«La agricultura regenerativa no solamente preserva el medio ambiente, sino que también garantiza que las frutas del futuro sean cultivadas de forma sustentable, respetando la biodiversidad y contribuyendo para la salud del planeta. Brasil está en el camino correcto y el futuro de la fruticultura mundial será en los campos brasileños”.La producción de frutas como el açaí, cajú, mango y el ananá o piña ya demuestra como innovación y sustentabilidad pueden caminar juntas. Un ejemplo notable proviene de la producción de cacao en Bahía, donde sistemas agroforestales — que integran árboles frutales a áreas de vegetación nativa – ha proporcionado ventajas económicas, al mismo tiempo en que promueve la conservación de la Mata Atlántica. Ese modelo refuerza que, además de atender a la creciente demanda global por alimentos sostenibles, Brasil se destaca como referencia en prácticas agrícolas que benefician tanto a productores como al medio ambiente.