Brasil y China fortalecen alianza estratégica con foco en la fruticultura y expansión logística
Entre los días 12 y 19 de mayo de 2025, la ciudad de Shanghái, en China, será escenario de una significativa misión comercial brasileña. La iniciativa, promovida por la Asociación Brasileña de Productores y Exportadores de Frutas y Derivados (Abrafrutas) en alianza con la Agencia Brasileña de Promoción de Exportaciones e Inversiones (ApexBrasil), integra el proyecto Frutas do Brasil y busca profundizar el conocimiento sobre el mercado consumidor chino, especialmente en las cadenas del melón y de la uva – frutas que ya poseen autorización para exportación a China.
La programación incluye participación en la feria internacional SIAL China 2025, visitas técnicas a centros mayoristas, minoristas y empresas importadoras y encuentros estratégicos con empresarios del sector. La SIAL China es una de las mayores ferias de alimentos y bebidas del mundo, reuniendo a miles de expositores y visitantes de diversas partes del globo. El año pasado, el evento contó con más de cinco mil expositores y atrajo un público de 180 mil visitantes, consolidándose como una plataforma esencial para empresas que buscan fortalecer su presencia en el mercado asiático.
La misión tiene lugar en un contexto de creciente importancia de China para las exportaciones brasileñas. En 2023, el país asiático fue responsable por 30,7% de las exportaciones brasileñas, siendo el principal destino de los productos del agronegocio nacional. En el primer trimestre de 2024, las ventas para China continuaron en expansión, con un superávit comercial de US$ 8.900 millones, el mayor saldo registrado con el país en el acumulado de los tres primeros meses de un año.
Además de las acciones comerciales, la relación entre Brasil y China se ha fortalecido por medio de inversiones en infraestructura logística. Un ejemplo de ello es la Ferrovía Bioceánica, proyecto que tiene en mira conectar el Océano Atlántico, en Brasil, al Océano Pacífico, en Perú, pasando por diversos países sudamericanos. La iniciativa, parte de la Nueva Ruta de la seda china, busca facilitar el transporte de mercaderías entre los continentes, reduciendo costos y plazos de entrega y ampliando las oportunidades de comercio bilateral.